La estancia entre tus suspiros
Envilece mis huesos
Entre helados y dormidos
Regalando polutos besos
Desvalijando nubes heladas
Recuerdo absurdos jaleos
Que amaino en ropas empapadas
Dando devaneantes paseos
Pierde la luna de día su luto
Y encuentra en el cielo su alcoba
Sabiendo que se esconde el sol astuto
Esperando llegue su luna loba
Y el sol siente como envilecen sus huesos
Y quedan helados y dormidos
Mientras le pide a la luna mil besos
y esta solo le regala suspiros.
Siempre serán lobos hasta que dejes de correr.
