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miércoles, 13 de junio de 2018

Curiosa reflexión de mayo del 2011 que he encontrado indagando por mis archivos y que me apetece compartir en el blog porque puede estar muy en la actualidad, juzguen ustedes mismos.





Las necias personalidades del oscurantismo, fluyen apabullantes por el ocaso de la invertebrada realidad y es en ese momento, en que los bastardos se descubren reflejando toda su personalidad antaño escondida, en ese preciso instante, es cuando uno se da cuenta de que la retirada es inevitablemente un hecho practico, pues después del tiempo pasado ve que todo era mentira, la persona que hay enfrente, ahora agazapada en su madriguera, es una mentira, y ante tal falacia debe reaccionar con intransigencia pues es así como el bastardo hace tiempo que se lo pedía, una vez terminado todo, sigue el rumbo de la vida, unos perdidos en su propio ostracismo, en su desesperación de no entender que se hace mayor y otro ahogado entre alcohol y drogas que abren puertas hacia la percepción pero que destruyen órganos vitales, en cualquier caso esto es la culminación de lo que se tramaba en tiempo pasado y lo que hizo que saliera a relucir el bastardo con su bastarda personalidad, sin mas deseo tengáis una buena despedida y cierre.

viernes, 1 de junio de 2018

Un día despertó 
y sin saber cómo ni porque,
había desaparecido.

De repente se encontró 

enérgicamente vital,
en un mundo luminoso 
despampanante y sideral.

Se puso el traje del amor 

y por corbata una sonrisa,
despidiendo al dolor 
de la forma más precisa.

Y allí se dispuso a caminar 

observando los colores 
y empapando sus sentidos
de todos los mágicos olores.

Había superado sus temores,

desterrado los miedos
que antaño fueron temblores
y con su pecho descubierto
de nuevo pudo darse 
al mundo despierto.

Para asi poder gritar al viento

que feliz querría ser
en todo su firmamento.
Ninguno de nosotros ha cambiado
pero tu ya no estás,
no guardaste ese cuidado,
el cuidado de querer a los demás.

Fuiste creando tu mundo

para poderte escapar
y romper en un segundo
la cordura que te hacía caminar.

Y ahora ya no estaremos para ti

nos plantamos en este juego,
dimos lo que pudimos porqué si
y huiste sin un hasta luego.

No hemos cambiado nosotros

ni somos de hacer daño,
preferiste el susurro de otros
y que así sea por muchos años.