Se mece la presencia impaciente,
de aquel que dejó su inocencia
de forma veloz e inconsciente,
en los años de vino y penitencia.

Un nuevo amanecer arraiga
y yendo a pecho descubierto,
será la vida quien le traiga
lo que perdió por inexperto.

Pues solo queda presente
que en su devenir futuro,
forjara un nuevo aliciente
mucho más liviano y maduro.

Más queda ya solo vivir
lo que antaño no fue vivido,
queda amar, sentir, sonreír,
que a la vida, a eso hemos venido.

❤

¿Y ahora qué?.
Ahora vive paciente
una vida distinta
bastante más reluciente.
Por las mañanas pinta
mientras oye el aleteo
de esos pájaros carpinteros.
Por las tardes sentado al sol
lee libros enteros
que le hablan de amor
y al vencer el ocaso
desenvaina su pluma
mientras guarda su fracaso.

❤
La vida, ay la vida!
la vida me dio dos manos
provistas de tacto para sentir,
la vida me dio dos piernas
para recorrer su camino.
La vida, ay la vida!
la vida me dio oídos
para oir sus suspiros,
la vida me dio la nariz
con su olfato, para oler su perfume.
La vida, ay la vida!
la vida me dio un corazón
para amar en cada latido,
la vida me dio mis ojos
para mirar todas sus bellezas.
La vida, ay la vida!
la vida me dio el gusto
para saborearla día a día,
la vida me dio la palabra
para contarle mis anhelos.
Ay vida!
La vida me dio la música
que me levanta el alma,
la vida me dio la poesía
que cura mi osadía.

¡Ay vida!
La vida me dio la vida
me dio aliento y salida,
sangre, aire y alegría
me trajo luz del día,
nubes, robles y azahares
tantos bellos lugares,
Alhambra inspiradora,
Toledo ciudad dorada,
Andalucía guerrera,
¡mi gente kilombera!
La vida, ay mi vida!!
nunca te daré por perdida,
muchas gracias por serme agradecida!.
❤❤

Aquel verano de furia y fuego
dio entrada al otoño guerrero,
que devino en un hasta luego
dando paso al invierno torero.
De un suspiro heló su infierno
enmudeciendo al mismo lucifer,
hoy un demonio tan tierno
que quisiera volver a mal nacer.
El averno pintado de blanco
dejó de ser morada bucólica
y sentado en un candente banco
fingía una dulce mirada apostólica.
Llegada la celestial primavera
cerró sus puertas al gentío,
que de mal vivir y a la primera
llegaban al infierno muertos de frío.

Él, andaba por las calles infinitas
sin dirección ni rumbo aparente
y entre sus manos pequeñitas
guardaba su hazaña más valiente.
Quizá, él nunca lo supo ver,
quizá, ese fue su gran miedo,
despertar su verdadero ser
haciendo de aquel su credo.
Así caminaba sin sentido aparente
resistiéndose a ser su propio amo,
más por esta vez y de repente,
hizo caso a aquel reclamo.
De ahí nació un ruiseñor
y de su canto una estrella,
más su sonido ensordecedor
dejaría por siempre su huella.
Hoy es un valiente guerrero
de doradas cicatrices vestido,
ya dejo atrás el aguacero
que a su vida quitaba sentido.
- y volvió a nacer.-

Forjar fuertes cimientos
y no empezar por el tejado,
hará de tus movimientos
lo que nunca has esperado.

Dar rienda suelta a tu potencial
hará de tus consecuencias
éxitos que de manera excepcional,
vencerán tus incongruencias.

Cuidar tu cuerpo y tu mente
dará a tus días más oscuros
un bello clamor, que firmemente,
desterrará los miedos más duros.

Crear sensatos sueños e ilusiones
te permitirá caminar por el mundo,
sabiendo que no en todos los rincones
se esconde el infierno más profundo.

Vinimos a jugar y claro que jugaremos,
si no ganamos, habremos participado
y cuando nos pregunten que queremos
diremos que; ¡lo que la vida nos ha dado!.

Ríe carajo!
si la vida te da limones, sonríe,
llega temprano y con prisa
la mala pata y te mira curiosa,
devuélvele una sonrisa.

Ríe carajo!
Si la vida te da nubarrones, sonríe,
llega la tormenta furiosa y precisa
y descarga gotas de tristeza,
levanta la cara y devuélvele una sonrisa.

Ríe carajo, ríe!
Si la vida te da rechazos, sonríe,
llega el hastío con arma incisa
y te deja frío y malherido,
regálale con brío, una sonrisa.

Pero ríe cajo! Ríe.

Si hace falta romperse
para volver a nacer,
¡habrá que desquebrajarse
para volver a crecer!.

Recogeré mis pedacitos
uno a uno y con amor,
los uniré, así tan despacito,
para que brillen con clamor.

Morir un poco para nacer mejor,
es por si mismo lo más hermoso
y destierra sin piedad al dolor,
que un día te volvió temeroso.

No temas romperte por mil partes,
pues la vida, si algo siempre te dará,
es ese fiel y magnifico gran arte
que llegado, siempre te acompañará.

Deja que salga, libéralo,
rasga tu piel maltrecha,
cierra los ojos, siéntelo,
que vuele como una flecha.
Dale rienda suelta,
no le cortes las alas,
que cruce la puerta
de las cosas malas.
Explota con rigor,
déjalo de una vez escapar
para que derrote tu dolor
y te enseñe a amar.
No lo retengas,
invítalo a rebelarse,
no dejes que se contenga
ni que vuelva a asustarse.
Recuérdale su nombre
y que siempre fue luchador,
lo tenías antes de ser hombre
su nombre... "Valor"

De su pecho de cristal
siempre a pleno pulmón,
emana descomunal
la sangre del corazón.

Mas ella riega los caminos
que muchos han de pisar
encontrando en esos divinos,
pasitos para volar.

Y a pecho descubierto
así habrá de avanzar,
por un paraje incierto
que de amor lo va a colmar.

No hay fin en este viaje
ni lugar donde esconderse,
mas con su alma de equipaje
no temerá nunca perderse.

Ya solo queda vivir
mirando al horizonte,
cuidarse y seguir
sin que la vida se desmonte.

Crece, en tu interior crece,
se gesta dentro de tu ser
y germina cuado se mece,
ese, será tu gran poder.

Unos lo llamarán bondad
algunos dirán que es paz,
pero para tu tranquilidad
sabrás que es amor pertinaz.

Amor por querer amar,
amor por los demás,
amor para brindar
por el amor que das.

Y ahí crece, se agranda
en tu pecho de cristal
y cuando el corazón manda,
aparece tu sonrisa de coral.

Sí, hoy he nacido, hoy nací,
soy hija de la luna y el sol
nací entre aleteos y jazmines,
me parieron en el rocío almizclado.
Vine aquí para alumbrar tu día
y desde hoy, te visitaré siempre,
algunos días vendré triste,
otros, vendré alegre y radiante
pero ten por seguro que vendré.
Te visitaré a diario, tempranamente
y al abrir tus rasgados ojos café
será lo primero que admires,
el primer aroma que te embriague,
te traeré la primavera floreada,
el verano rojizo como el ascua,
el amarillento otoño,
también el desangelado invierno.
Hoy he nacido, he nacido para ti
que has nacido conmigo.
He nacido para alumbrarte
cuando el primer tictac de tu corazón
resuene en tu pecho de algodón.
Hoy he nacido contigo
y hasta el fin de los días
pertenecere a ti,
hasta el fin de tus días,
hasta el final de los míos
seré la primera que bese tu frente.
Ahora no me conoces
pero pronto sabrás mi nombre.