Ya no quiero más abrazos si no son verdad,
no pretendo vender a bajo precio mi amor,
no buscare enamorarme por pura necesidad;
Solo deseo encontrar en mí, ese clamor
que determine de una vez y con fiereza,
que el tic tac que marca mi corazón
es el motor que con tanta bonita destreza,
hace de mi vida mi mayor razón.

Dime que puedes tú ver
si miras con mis ojos,
que puedo yo hacer
para enseñarte mis enojos.

Te dejaré el tacto de mi piel
para con el, tocar un sentimiento,
al que poderle ser siempre fiel
aunque te sugiera otro tormento.

Te enseñaré el sonido de mi pecho
un respirar activo y resiliente,
que ayer estuvo tan maltrecho
que no sabía si era tan valiente.

Tuyo será un latido enfurecido
para que sientas y comprendas,
el porqué de este corazón zurcido
como las ropas que remiendas.

Y si después, aún no me comprendes
te dejaré que navegues por mi mente,
veras que si de ello nada aprendes
no serás juzgado de forma contundente.