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jueves, 28 de noviembre de 2013

Los cainitas y el neófito.

Aquel simposio lleno de cainitas
amenazo de forma bizarra
con destruir las pajaritas
y después, subirse a la parra

Quedó pues,
cercenado el estupor del mensajero
que pensó estar tan acertado
al avisar al humilde pasajero
de que ya lo habían aceptado

Él, neófito firme y distinguido
disimula su irónica sonrisa impía
y arremete acto seguido
con sensatez, fuerza y valentía

Mientras tanto,
convertido en soliloquio ese momento
desdibuja aquel empírico lugar
convirtiendo sus palabras en tormento
y su risa en un dulce vacilar.