Aquel jardín hoy marchito
un día ilumino un lugar,
en el que hoy habito
y al que llamo hogar.
Aquel jardín hoy ausente
brindó tardes de armonía,
y en él, hoy su gente
vela un cuerpo con ironía.
Negras son sus tristes rosas
crisantemo apolillado e inerte,
mas las losas ya partidas
guían hacia una muerte.
La de una mente cansada
que no pudo aguantar
y en fiel lucha apagada
se decidió evaporar.
Aquel jardín hoy marchito
dejó paso al negro vacío
y en él, un hombre pequeñito
yace desnudo y frío.
