No conviertas tu vida en adverbio temporal
la vida es verbo: amar, reír, sentir, vibrar,
no dejes escapar los segundos hacia el mal
recógelos y ponlos a bailar, anímalos a saltar.

No desesperes ni un segundo y ponte a gritar
grítale a la vida que luchas por tu felicidad
que viniste a esta vida no a sufrir, si no a disfrutar,
que tú eres el constructor de tu propia realidad.

No conviertas tu vida en una noche oscura
si no es para ver las estrellas deslumbrar,
sabemos que la vida a veces es muy dura
pero tu fuerza la puede hacer espectacular.

Dale siempre a la vida más de lo que te da
ella sin duda alguna te lo recompensara
llenándote de gallardía y divina deidad,
vive y olvídate de lo que mañana pasara.

Abrázate con amor a la vida y hazla bailar,
si caes, vuélvete fuerte siempre a levantar
ella nunca jamás en cara te lo va a echar,
la vida te perdona ¿y tú? ¿Te vas a perdonar?.

Suena el pistoletazo de salida,
mi cuerpo se transforma,
mi mente se alía con mis piernas,
el pecho se agranda
y mi respiración coge conciencia.
Ya estoy en mi mundo
sumergido profundamente en él,
mis ojos se agrandan
y la visión se amplía colorida,
un kilómetro más
y otro latido expande mi sangre
dejando otra profunda sensación de bienestar.
La ilusión guía estas zancadas,
mientras, el dolor desaparece,
no hay tormentos en mi cabeza
todo fluye en plena libertad
y es que en esos momentos
cuando devoro kilómetros sin parar
es cuando me doy cuenta
que mi alma descansa sosegada y en paz.