Pierdo la vida engañándome

diciéndome que todo cambiara

que algo bueno me espera,

y nada de eso sucederá

Pierdo la vida mintiéndome

diciéndome que estoy genial

que mi vida no esta tan mal,

y todo es una falsa realidad

Pierdo la vida viviéndola

creyéndome que he de aguantar

que he venido a resistir,

y la verdad, no hay esa necesidad

Pierdo la vida perdiéndola

porque yo no nací para resistir

porque no es mi sitio la vida

yo no nací para vivir.

Rabia y tristeza hermanas inseparables

hijas de la macabra depresión

parientes cercanas del miedo

matar y morir su fiera función

Rabia y tristeza amigas del dolor

con su víctima vencida

comparten triste colchón

inyectando  como veneno temor

Rabia y tristeza amantes del llanto

paridas del cerebro indefenso

de aquel que un día claudico

de aquel que lentamente murió

Más rabia y tristeza alberga su corazón

destrucción  y daño sin control

hacia ningún lado, sin dirección

viaja hacia un vacío atronador

Solo busca paz,

busca ausencia de miedo

para poderse amar,

para mirarse y quererse,

para poder vibrar.

Solo busca armonía,

busca ausencia de ira

para poder caminar,

para andar con valentía,

para poder respirar.

Solo busca ternura,

busca ausencia de odio

para poderse mirar,

para alzar la cabeza,

para poderse respetar.

Solo se busca a él

sin poderse encontrar,

busca con necesidad

su yo al que admirar,

para vivirse de verdad.

Tantas cosas a de buscar

y tantas cosa por encontrar,

cosas que fuera no están

tan solo en su interior

es donde debe buscar.

Cuando el dolor no es efímero

la emoción duele más,

cuando el dolor no se va

la noche ruge más,

cuando la herida se agiganta

la tristeza se ensancha,

cuando duele el corazón

la culpa se agranda,

cuando los ojos se rompen

las lágrimas sangran,

cuando no existe perdón

las tripas amargan,

cuando ya no hay ilusión

la vida se apaga.

Y entre trazos de penumbra

la voz frágil se desvanece

y la luz que menos alumbra

se rompe y desaparece

Se evapora el tiempo solitario

mientras caen las hojas

ensangrentadas en su diario

de letras tristes y flojas

Lagrimas dolorosas brotan

de sus ojos doloridos

y mientras caen azotan

los corazones más dormidos

De ripios llenos sus pensamientos

acaban siendo engullidos

por humanos sin sentimientos

entre gritos y aullidos

Y acaba su existencia pagana

y mueren las idas y vendidas

caen por aquella ventana

la que hoy se siente tan suicida

Duele el corazón

Cuando el dolor es el comienzo

del rugiente aullido del corazón

derramando sangre sobre el lienzo

donde se dibuja fugaz tu razón

Cuando el dolor es el ensayo

de una frustrada perdición

de las que crean jodido cayo

y simulan una maldita maldición

Es esa emoción casi ahogadora

la que frena una evolución

y aunque el alma es luchadora

por momentos encuentra frustración

Salir del bucle casi castrador

será meta incuestionable

y hay que echarle valor

esa es la opción indispensable

el dolor huirá con lamento

marchara queriendo volver

no permitas ni por un momento

volverlo a recoger.

Las verdades convergentes
se posan insondables
entre trazos tangentes
y palabras indomables

la sinergia reverente
amaina cercenada
tan ruda y turgente
casi tan desolada

entre tanto mecenazgo
nace el artista bizarro
y al primer hallazgo
le sigue su desgarro

con aquel plúmbeo pensar
se imagina delirando
y en ese su pasear
pasa su día vagando.

Cerró sus ojos y con templanza serena se dispuso a sentirse, a escucharse sin juicio alguno, vivió esos momentos con la intensidad que da la necesidad de entender que sucedía en su cuerpo, le abrió el corazón a ese vacío, a esa soledad que le oprimía el pecho y cuando por fin encontró esa conexión entendió que amar la soledad y hacerse amigo de ese vacío era, naturalmente, la decisión que cambiaría su vida, que esas dos emociones son compañeras de viaje a lo largo de toda la vida y que tienes dos opciones o tenerlas como aliadas o que sean fieras enemigas, la segunda opción ya la había probado y el resultado era desolador así que les tendió la mano y se dispuso a aceptarlas con todo el amor del mundo, desde ese momento su vida cambio, convivió amablemente con la soledad y el vacío y esa bonita amistad forjada después del dolor dio como fruto la tranquilidad de entender muchos momentos de la vida.

Admirando los destellos
de esos ojos lagrimosos
casi fríos y tan bellos
pero aun más hermosos

No pudo reprimirse
su corazón vacío
y al oír y sentirse
se rompió con poderío

Hipnotizado su pensar
por aquellos ojos
se paro su caminar
ya con sus sentidos flojos

Y cuando quiso despertar
y darse cuenta del momento
vio con gran pesar
en sus ojos el sufrimiento

Se dio cuenta en un segundo
que jamás los olvidaría
ni huyendo de este mundo
ni muriendo día a día.

Darse tiempo.

Quizás el tiempo no lo cure todo, pero lo que verdaderamente es cierto, es que el tiempo, paciente como siempre, nos hará ver las cosas en su modo más correcto, por eso el tiempo es sabio, porque te ofrece la oportunidad de darte cuenta de esos detalles que en momentos te nublan el corazón y no te dejan ver la verdad del sufrimiento, un sufrimiento a veces falso que fijamos en situaciones concretas, sólo para tapar las cosas a las que verdaderamente tenemos que enfrentarnos.
Mientras exista el tiempo no dejaremos de tener la oportunidad de ver y darnos cuenta que tantas veces sufrimos equivocadamente.

Me voy a dar tiempo, todo el tiempo del mundo, desterrare a la impaciencia y mientras bailo con la vida absorberé de esa sabiduría que sin nada a cambio me ofrece el maravilloso tiempo.

BAILEMOS AL RITMO DE LA VIDA MIENTRAS MIRAMOS CON EL CORAZÓN.

En su pecho de cristal
brilla la luz metálica
entre agujas de coral
y una sonrisa hermética.
El latir de aquel corazón
de tono azul pastel
desdibuja la razón
simulando ser clavel.
Pide tanto amor
pide una mirada
da tanto dolor
regala más temor.
Y en su vida empapada
revela con clamor
un vacío ciego
un minimalista ego.
Triste al respirar
llora con decencia
y en cada palpitar
se come su paciencia.
Penita llenita de sal
la vivida en claridad
encierra su triste mal
sin conseguirlo de verdad.

Ay! de mí, de mi intuición,
de mi timidez hecha inocencia
de mi falsa ambición.
Ay! de mí, de mi perdón,
de mi fluidez hecha paciencia
de mi maldito corazón,
Ay! del ay! si se pierde la razón.

Batallando entre los mismos errores
así vive su vida entre condenas
desdibujando todos los colores
durmiendo su mente entre cadenas

Una triste vida llena de quimeras
de desilusiones y decepciones
muy dolorosas las primeras
y las segundas sin opciones

Y cuando el pecho de cristal le explota
dejando su cuerpo frío y destruido
emana una empírica emoción rota
que le deja el corazón seco y derruido

De nuevo fracasa su experiencia
que aguanta su yugo con sangre
y cuando pierde su nula conciencia
entiende por que partió el alambre

No cree en la ufana redención
solo lo redimirá la buena muerte
no existe huida ni expiación
ni fracaso con buena suerte

Y una vez viviendo en el olvido
llegara el descanso y la paz.

En esa fiel feliz tristeza
descansa dormido su palpitar
y con ruda entereza
hoy se vuelve a iluminar
le dio tanta vida
le hizo respirar
a su miedo volvió suicida
nunca paro de tiritar
las dudas infinitas
de la chica más hermosa
lleno su alma de tiritas
que nunca supo usar
y entre tanto un abismo
lo separaba de saber
de encontrar su sitio
de volverse a romper
y en el estallido apareció
ella y su mirada
llena de color
ojos que se rompen
y deslumbran
el vacío de su ser
y fue en esa mirada
en la que pudo ver
que su cuerpo se agitaba
incluso antes de correr
emociones que le hacían
sentirse mas persona
creerse tan humano
y todo fue un sueño
todo mas dolor
seguía solo y ciego
en su vida de terror.

Tiempo pretérito.

Al calor de una mirada helada
mientras sentada teje en la rueca
piensa en su cruel vida pasada
sin tan siquiera mostrar una mueca.

Sospecha sigilosa del mensajero
que le anuncia noticias de antaño
noticias que guardó en su trastero
que olvida taciturna año a año.

Reniega de esos años de mala vida
la esconde dentro de la alcoba
aun hoy sabe que se siente suicida
tan furiosa como una loba.

Por más que niegue siempre vuelve
siempre se presenta por la espalda
ni muere, ni huye, ni resuelve
la vida vivida fulana y bastarda.

El mensajero cumplió su cometido
ella temblorosa sentencia alicaída
cuando su corazón rompe dolorido
se libera de su amnesia vertida.

Y así despertó para forjar camino
caminó fiel, erguida y serena
enfilada a su nuevo destino
directa a una vida plena.

Insania.

Cansado de aquel onírico pensar
resolvió cejar de raíz la acción
de vislumbrar un empírico soñar
y ver más con el latir del corazón.

Ante tal disyuntiva medro el dolor
de fantasmas casquivanos del pasado
que aterraban sus entrañas con clamor
mientras su ego quedaba cercenado.

Se volvía su alma cainita y ciega
plúmbeo su paso y negro su mirar
y al ritmo del que siempre niega
quiso zafarse en verso singular.

Ante tal anacrónico y vil pensamiento
lucho sereno y fiel con mano bizarra
años de bastardo y cruel tormento
que lo forjo en metal con dádiva garra.

El profuso intento de vivir la herida
borro de su mente el atreverte
habiendo prostituido su vida
no dudo en prostituir su muerte.

Vesania.

Desvalijando los rincones
de esta triste y bella vida
encerrada en los cajones
porque se siente tan suicida

Envilece el desaliento
capaz de joder mi ego
mientras vivo somnoliento
sordo mudo y ciego

Es así si el tiempo pasa
estampa desgastada y rota
mientras la parca va de guasa
bebiéndose mí sangre gota a gota

La hora llega tarde y espesa
reloj que hinca sus agujas
en labios sabor de fresa
del simposio de la brujas

Envejecido el luterano
vive terco en cima
y justo cuando se va el verano
empieza su primera rima

La locura enluta estas letras
que por sentido devanean
entre muertes y tretas
mientras mi vida tambalea.

Ambivalencia.

Mi amor por ella es evidente
mas la odio con fiel clamor,
la amaría eternamente
y le desearía un gran dolor

Un laico altar le brindaría
y firmaría con gusto su defunción,
mi vida por ella daría
mientras quisiera su explosión

Fijamente miraría su belleza
y odiaría su poluta compasión,
nunca habría en este amor mas certeza
ni en este odio menos destrucción