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lunes, 25 de enero de 2016

Si hoy reverbera ensangrentado el eco de su voz
no es más que por todos los rechazos recibidos,
pues la maldición de Hera no fue nada atroz
en comparación con los hirientes noes sacudidos.

Con el corazón degollado, roto y desarmado
se encomienda a Némesis sin piedad alguna
para acabar vengando el dolor causado
por tantos Narcisos que le prometieron la luna.

Sigue multiplicando terroríficas palabras
de venganza, muerte, sacrificio y dolor
sonoras silabas sangrientas y macabras
que le brinda al Narciso ahogador.

Allí en la cueva sumida, pálida y demacrada
yace la bella ninfa antes fuerte y hermosa
mientras recuerda antaño una época dorada,
hoy le toca repetirse entre el verso y la prosa

Miles de años han pasado de aquella historia
y todavía existen tantas Ecos y tantos Narcisos
tantos hombres rotos por Narcisas sin memoria
que maldicen a Hera en este momento preciso.

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