Vistas de página en total

viernes, 17 de marzo de 2017

Aquel órdago casi indecente
sostuvo feroz la indecencia
de quien al ser indiferente
nunca pierde su paciencia.

Después la jugada maestra
cerceno aquella posibilidad
que fue a veces tan nuestra
que perdió su amabilidad.

Destronado con cierta fiereza
sostuvo en pie su garganta
y ante tal muestra de entereza
la mantuvo sacrosanta.

Termino la partida despojado
del honor seco y malsonante
y en el intento de ser airado
cayó fugaz y al instante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario