Sus lágrimas dibujaban una sonrisa
y reían y reian como si no llevaran prisa,
bajaban por sus mejillas hasta el corazón
para aferrarse a él con fiereza y tesón.
y reían y reian como si no llevaran prisa,
bajaban por sus mejillas hasta el corazón
para aferrarse a él con fiereza y tesón.
Ellas le cantaban con voz vehemente,
para recordarle al corazón que no existe vida hiriente.
para recordarle al corazón que no existe vida hiriente.
El latido aumentaba con feroz gallardía
pues las lágrimas decían que habría otro día
y aquel latir borro de su vida
todas las macabras y gélidas idas y venidas.
pues las lágrimas decían que habría otro día
y aquel latir borro de su vida
todas las macabras y gélidas idas y venidas.
Entonces explotó lleno de luz y compasión,
sólo así, aquel corazón pudo huir de su prisión.
sólo así, aquel corazón pudo huir de su prisión.
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