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sábado, 2 de julio de 2016

Ahora que casi no fluye
la fuerza psíquica y vital,
ahora que su mente huye
empieza el desastre mental.

Empiezan las manos a sudar,
los tristes ojos se humedecen
y el cuerpo empieza a tiritar
mientras los poros se envilecen.

En el cuerpo una explosión
y las piernas se desdoblan,
invadidos de cruel desilusión
sus brazos se retuercen y doblan

Se le paro el latir del corazón
y desapareció todo dolor,
ya había muerto su razón
su asesino, fue el desamor.

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