Cada hermoso amanecer
se impregna de inmensidad,
pues es un nuevo renacer
lleno de amor y de bondad.
Cada precioso amanecer
pare una nueva oportunidad,
para amarnos y crecer
en completa serenidad.
Cada deseado amanecer
nos recuerda día a día
lo bonito que es querer
y que la vida nos sonría.
Y a los mil amaneceres
otros mil nos acontecen
así, entre quehaceres
los corazones nos preceden.
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