Otro cigarrillo más, silencio sepulcral y
de repente ruido de sables en sus tripas empapadas de ira, de mucho miedo y
tristeza, tristeza enlutada. Así consumía sus días, así devoraba sus noches y
entre latigazos espasmosos buscaba en su cabeza como descifrar sus entrañas,
buscaba respuestas en las emociones y más preguntas, más irá, más miedo y más
tristeza y los días se consumían y él con ellos. Silencio y de ese silencio
emanaron las respuestas a algunas preguntas, pero también hubo respuestas
mudas, silenciosas respuestas que jamás encontraron la ansiada luz y que
quedaron en sus entrañas.
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