El destino no es destino predeterminado
si no destino construido y reconstruido,
el valor de cambiar tu destino
es el valor de estar dispuesto a crecer,
es el valor de estar dispuesto a merecer,
cuando eres capaz de edificar tu destino
este, sin reticencia
alguna
se deja amablemente reeducar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario