-Apolonia-
Cuando el ego forma parte de una disyuntiva,
propiamente tuya,
en ti convergen dos acciones,
cual oxímoron:
-La feliz tristeza,
esa que enseñas al mundo,
que distraído te la aplaude.
-La tristeza feliz,
esa que ahoga tu espíritu
y tienes injustamente prisionera.
Las dos,
son apariencias que tapan un dolor atronador,
el cual,
te lleva a vivír en ese mundo empírico,
donde todo,
se enmarca en una imagen distópica.
Y cual fiel pleonasmo,
aquel dolor dolorido,
esconde el agazapado disparate
de querer ser lo que nunca podrás ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario