Vistas de página en total

sábado, 28 de noviembre de 2020

Ya no quiere vender su vida
ni vivir en un mundo oscuro,
él ya no se siente suicida,
ahora solo quiere aire puro.
Ha quemado la venda que cubría
unos ojos de pestañas rizadas,
que nunca supieron que veían,
ni quisieron enfrentar miradas.
La lluvia moja sus mejillas
que las lagrimas vencieron,
destrozando como cuchillas
los miedos que emergieron.
Ya no mendigará más cariños,
se conformará con el suyo
y como la inocencia de los niños,
hará de su corazón el tuyo.
Y de esta hará su vida bella,
de su timidez gran valor,
de los rayos hará centellas
que pintarán el cielo de color.

No hay comentarios:

Publicar un comentario