Con respecto a la vida
mejor será saber,
que la muerte esta servida
incluso antes de nacer.
Con respecto a la muerte
en cuenta has de tener,
que no hay mejor suerte
que la de saber florecer.
La vida no es nunca ligera,
ni la muerte rápida has de hacer
y en esa transición de espera
hay que aprender a querer.
Pon siempre tu corazón
en todas tus acciones,
que para otros das con razón
sin poner jamás condiciones.
Como obligación, vivir,
sintiendo cada latido,
cómo derecho, sonreír,
aún siendo a labio partido.
Aquel que viva despierto
no temerá a la muerte,
pues habrá descubierto
que la vida es más fuerte.
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