Vistas de página en total

sábado, 28 de noviembre de 2020

Que lejano aquel enero
principio del fulgor,
cuando el sonajero
rompió el silencio sin pudor.
Antaño todo comenzó,
gota a gota se hizo mar
y entonces terminó,
todo en el mismo lugar.
Era mi morada la escogida
donde poderse esconder,
donde curar el alma dolorida,
donde tocaba defender.
Y ahora vamos al contraataque
hemos salido a pelear,
nuestra defensa será un ataque,
nadie nos podrá parar.
Lanzaremos mil embestidas
dejándonos la vida en ello
y aunque sean resistidas,
volverán como fieros destellos.
Hemos venido a vencer o morir,
el temor ya no nos ahoga
pues nos negamos a vivir
llevando al cuello una soga.
Mataremos nuestros miedos
y pondremos mucho corazón,
mientras con nuestros dedos
acariciamos la razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario